Protegiendo a los tiburones: Explicando las regulaciones de la CITES
- Nikol Argay

- 29 ago
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¿Sabes qué significa cuando decimos que un animal es considerado en peligro o en peligro crítico? ¿Garantiza este estatus algún tipo de protección para la especie? ¿Y qué pasa con los animales que están incluidos en la CITES? ¿Qué significa exactamente? Para cualquiera que se preocupe por el futuro de las poblaciones de tiburones, comprender la terminología de conservación es fundamental para un debate bien informado.

Empecemos este artículo explicando qué significa que un animal esté clasificado como vulnerable, en peligro o en peligro crítico. La verdad es que la clasificación en sí misma no garantiza que los gobiernos adopten medidas vinculantes.
Sin embargo, la clasificación es importante: permite monitorear el tamaño de las poblaciones y, cuando una especie se clasifica como en peligro, los gobiernos y las organizaciones internacionales pueden trabajar en su protección.
La Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN es el sistema de referencia más conocido a nivel mundial sobre el estado de conservación. El término oficial “amenazada” agrupa tres categorías:
En peligro crítico (Critically endangered): riesgo extremadamente alto de extinción en estado silvestre
En peligro (Endangered): riesgo muy alto de extinción en estado silvestre
Vulnerable (Vulnerable): alto riesgo de extinción en estado silvestre
Las definiciones de estas tres categorías de amenaza se basan en cinco criterios: la tasa de reducción de la población, el área de distribución geográfica, el tamaño de la población, las restricciones poblacionales y la probabilidad de extinción.
Es importante saber que si un animal está clasificado como amenazado, todavía queda un largo camino para que esté realmente protegido.
El papel de la protección nacional vs. internacional
Las leyes nacionales pueden ser bastante efectivas, especialmente cuando se aplican y hacen cumplir a nivel local. Muchos países prohíben la captura y venta de especies amenazadas en su territorio, pero la regulación se vuelve mucho más difícil en alta mar, fuera de las fronteras nacionales.

CITES: una herramienta clave en la conservación internacional
A nivel internacional y en lo que respecta a la extracción desde alta mar, uno de los tratados y mecanismos de regulación más conocidos es CITES – la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres. Se trata de un acuerdo internacional entre los gobiernos de diferentes estados. CITES cuenta con 184 partes.
Su objetivo es garantizar que el comercio internacional de especímenes de animales y plantas silvestres no amenace la supervivencia de las especies. Los animales y plantas se incluyen en tres Apéndices de CITES según el grado en que el comercio internacional los amenaza. Dependiendo del apéndice, el comercio internacional se regula entre los estados que forman parte del acuerdo CITES.
Esto significa:
Un animal debe estar incluido en uno de los apéndices de CITES para que el comercio internacional con él pueda ser regulado por las normas de CITES.
CITES regula únicamente el comercio internacional y la introducción desde alta mar; no regula de forma directa las capturas nacionales ni el comercio dentro de cada estado (aunque, por supuesto, tiene efectos sobre ambos).
No prohíbe la captura de los animales que figuran en la base de datos, incluso si se consideran especies amenazadas.
Los tres apéndices de CITES son:
Apéndice I – Especies amenazadas de extinción. El comercio de estas especies solo se permite en circunstancias excepcionales, por ejemplo, para la investigación científica. Ninguna especie de tiburón está incluida en este apéndice, excepto el pez sierra (sawfish), un pez parecido al tiburón que pertenece a la familia de las rayas.
Apéndice II – Especies que no están necesariamente amenazadas de extinción, pero que podrían llegar a estarlo si el comercio no se controla estrictamente. Las especies de tiburones que actualmente figuran en CITES están incluidas en este apéndice.
Apéndice III – Especies incluidas a petición de una Parte de la CITES que ya regula el comercio de esas especies y que necesita la cooperación de otros países para evitar su explotación insostenible o ilegal. En este apéndice no hay ninguna especie de tiburón.
Entonces, ¿qué especies de tiburones y rayas están actualmente incluidas en CITES?
Tiburón sedoso (Silky shark)
Tiburón oceánico de puntas blancas (Oceanic whitetip shark)
Tiburón martillo común o coronado (Scalloped hammerhead)
Tiburón martillo gigante (Great hammerhead)
Tiburón martillo liso (Smooth hammerhead)
Tiburones zorro (Thresher sharks)
Tiburón peregrino (Basking shark)
Tiburón blanco (White shark)
Tiburón mako de aleta corta (Shortfin mako shark)
Tiburón mako de aleta larga (Longfin mako shark)
Tiburón marrajo (Porbeagle)
Tiburón ballena (Whale shark)
Peces guitarra (Guitarfishes)
Peces cuña (Wedgefishes)
Mantarrayas (Manta rays)
Rayas móbula (Mobula rays)

Desafíos en la aplicación de las regulaciones de la CITES
Es importante señalar que la CITES no otorga a estas especies de tiburones una protección absoluta frente al comercio internacional.
Permisos de exportación y Dictámenes de Extracción No Perjudicial (NDFs):Incluso las especies incluidas en CITES pueden seguir siendo comercializadas internacionalmente si se concede un permiso de exportación. Se requiere un permiso similar para la introducción de estas especies desde alta mar, lo que significa que cualquier tiburón capturado en aguas internacionales debe contar con un permiso para ser desembarcado en puertos de países que forman parte del tratado.
Para comerciar con tiburones listados en CITES, los países exportadores deben realizar un NDF que demuestre que el comercio no perjudicará la supervivencia de la especie. Sin embargo, algunos países carecen de los recursos o de la voluntad política para elaborar evaluaciones precisas, y no existe obligación de compartir públicamente estos dictámenes. Como resultado, especies amenazadas, como los tiburones martillo, aún pueden ser comerciadas legalmente.
Aplicación en aduanas e identificación:Hacer cumplir las regulaciones de CITES en las fronteras requiere una identificación específica por especie, una tarea difícil cuando se trata de productos procesados como las aletas de tiburón secas. Los funcionarios de aduanas necesitan formación especializada para distinguir las especies, especialmente cuando las aletas se parecen entre sí. Esto complica la aplicación de la ley y permite que productos ilegales pasen inadvertidos. Es comprensible que se trate de una tarea muy difícil para los agentes de aduanas: imagina intentar identificar diferentes especies de tiburones en cientos de kilos de aletas secas.
Comercio ilegal:A pesar de las regulaciones, el comercio ilegal sigue siendo un problema importante. Incluir especies en la lista de CITES ayuda, pero sin controles fronterizos adecuados y una aplicación rigurosa, los cazadores furtivos pueden continuar comerciando con especies que deberían estar protegidas.
Lo más importante es incluir la mayor cantidad posible de especies de tiburones en la lista de la CITES. Es un hecho lamentable que muchas especies de tiburones ya figuren como En Peligro o En Peligro Crítico en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, como resultado de una mortalidad pesquera insostenible impulsada, al menos en parte, por la demanda internacional de sus productos. Cuantas más especies de tiburones estén en la lista, menor será la cantidad de comercio, tanto legal como ilegal.
Actualización: El 25 de noviembre de 2022, la CITES aprobó la inclusión de TODOS LOS TIBURONES RÉQUIEM y TODOS LOS TIBURONES MARTILLO bajo sus regulaciones. Este paso trascendental ayudará a reducir tanto el comercio legal como el ilegal de productos de tiburón.












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